Cuando dejamos de temer a lo que digan los demás, dejamos de ser ovejas para convertirnos en león... Entonces un gran rugido surge del corazón... es el rugido de la LIBERTAD.
Como lluvia fresca que empapa la tierra, nuestras palabras dejan huella... Si son amables, los ecos que escucharemos también lo serán. Cuida tus palabras... ellas tienen poder. De ti depende si las usas para bien o para mal...