Más que simplemente existir, vive.
Más que simplemente tocar, siente.
Más que simplemente mirar, observa.
Más que simplemente leer, absorbe.
Más que simplemente escuchar, oye.
Más que simplemente presenciar, entiende.
Más que simplemente pensar, reflexiona.
Más que simplemente hablar, por favor, ¡di algo!
Si realmente quiero mejorar la situación, puedo trabajar en lo único sobre lo que tengo control: yo mismo. Todos tenemos un poder y una capacidad inconmensurables para reinventar nuestra vida.
Un ser humano que cree en sí mismo se “esponsoriza” positivamente, esto es, se da ánimos, cree en sí mismo, se da buenas palabras como alimento para su alma, y busca gente a su alrededor que le apoye en su sueño y no contra sí mismo.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo de los hábitos,
quien no se arriesga,
quien evita una pasión,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto...
quien abandona antes de empezar,
quien se queja de su mala suerte,
quien no viaja, ni lee, quien no sueña,
quien no confía, quien no intenta, quien no ama...
lo contrario es estar vivo.
Cuando dejamos de temer a lo que digan los demás, dejamos de ser ovejas para convertirnos en león... Entonces un gran rugido surge del corazón... es el rugido de la LIBERTAD.
"Voy a pasar por la vida una sola vez,
cualquier cosa buena
que yo pueda hacer
o alguna amabilidad
que pueda hacer
a algún ser humano,
debo hacerlo ahora,
porque no pasaré de nuevo por aquí".
Como lluvia fresca que empapa la tierra, nuestras palabras dejan huella... Si son amables, los ecos que escucharemos también lo serán. Cuida tus palabras... ellas tienen poder. De ti depende si las usas para bien o para mal...