Si tu corazón tiene miedo, explícale que el miedo a sufrir es peor que el mismo sufrimiento y que ningún corazón sufrió cuando fue en busca de sus sueños.
Como lluvia fresca que empapa la tierra, nuestras palabras dejan huella... Si son amables, los ecos que escucharemos también lo serán. Cuida tus palabras... ellas tienen poder. De ti depende si las usas para bien o para mal...